El quinto país más grande del mundo es diverso en cultura, razas y naturaleza. Si intenta describir a un brasileño típico, uno se da cuenta inmediatamente de lo difícil que es. Las personas con raíces africanas se han mezclado con personas de origen europeo o asiático. El resultado parece culturalmente rico, pero también crea problemas. Han surgido clases sociales muy diferentes, hay grandes diferencias entre los pobres y los ricos.
Nuestros contactos en el país también son muy diversos. La Iglesia de Dios está representada en todas las regiones. La organización benéfica para niños Global Care há construido y apoyado hogares infantiles, escuelas y centros de formación profesional en el sur y el norte de Brasil.
Nuestra conexión más interna en este momento es a través de la pareja de misioneros argentinos Sergio & Melodie Patzer, que trabajan en el norte de Brasil desde 2017. En el sur, mantenemos una estrecha relación com la Iglesia de Dios de Marechal Cândido Rondon, en Paraná, que desde hace décadas envía constantemente jóvenes al Centro de Educación Cristiana de Fritzlar.
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